Suavidad, relajación

Hace poco tuve el placer de conversar con Midori Kawashima Sensei, una enfermera de 91 años.

Nos contó que, en el pasado, la enfermería era un trabajo para servir a los demás, y a las enfermeras no se les permitía tener familia durante el resto de su vida.

Kawashima Sensei creía que la profesión de enfermera no era sostenible en un entorno tan duro, y ha trabajado incansablemente para establecer el estatus social de las enfermeras.

En la actualidad, participa activamente en la formación de enfermeras a través de sus escritos y dando conferencias.

El año pasado, Kawashima Sensei comenzó a practicar Shinshin Toitsu Aikido a la edad de 91 años. Y ha dicho que lo más importante que debe entender una enfermera es cómo cuidar a un paciente con un contacto físico suave.

Dice que, a través del contacto físico suave, podemos entender el estado del paciente. El paciente se siente mejor a través de esa conexión física, y esa interacción hace aflorar la fuerza vital del paciente.

De hecho, las manos de Kawashima Sensei son muy suaves y cálidas, lo que es extremadamente importante en Shinshin Toitsu Aikido.

Cuando nos enfrentamos a nuestro compañero en un estado rígido, tieso o tenso, no seremos capaces de entender el movimiento del Ki y lanzar a nuestro compañero. Si no tenemos suavidad, chocaremos con el compañero en el momento del contacto, y no podremos movernos libremente.

Además, si permanecemos tensos, es más probable que nos lesionemos o tengamos algún problema.

No hay nada bueno en estar en este tipo de estado. Pero, ¿por qué nos ponemos tensos a pesar de ello? ¿Y cuál es la causa?

Este es uno de los grandes temas que practicamos en Shinshin Toitsu Aikido.

Desde una perspectiva física, dos puntos clave son la flexibilidad física y la calidad muscular.

La flexibilidad del músculo se consigue moviéndose (estirándose) en un estado relajado. No basta con hacerlo, sino que hacerlo con el cuerpo unificado aumentará su eficacia.

Moverse sin flexibilidad provoca tensión en varias partes del cuerpo, lo que puede provocar fácilmente lesiones o molestias.

La “calidad de los músculos” se obtiene teniendo una postura equilibrada y natural de forma regular. Los músculos serán normalmente blandos y se endurecerán al ejercer fuerza.

En una postura desequilibrada, utilizamos constantemente los músculos de forma innecesaria para sostener nuestra postura. Los músculos aceptan esta condición como norma y se vuelven rígidos. Los músculos blandos nos permiten ejercer la máxima fuerza.

Tohei Sensei solía dejar que sus alumnos palparan su antebrazo. Cuando su antebrazo estaba relajado, era blando como un globo de agua, pero cuando activaba el músculo, era duro como una roca. Todos se asombraban de cómo los músculos de su brazo cambiaban tan drástica y libremente. Tohei Sensei [siempre] sujetaba [a sus oponentes] o dejaba que le agarrasen en estas condiciones, por eso nunca chocaba con ellos.

Desde el aspecto mental, la “flexibilidad” y la “receptividad” son clave.

La flexibilidad, en este caso, se refiere a la flexibilidad de nuestra mente/corazón. Por ejemplo, cuando pensamos “así es como tiene que ser”, nuestra mente/corazón se vuelve rígida.

Como la mente mueve al cuerpo, la rigidez de la mente/corazón conduce a la rigidez del cuerpo. Si la mente/corazó

no es flexible, siempre chocaremos con nuestra pareja.

La palabra “receptividad” parece tener varios significados según cómo se utilice, pero en este caso, se refiere a comprender (aceptar) a nuestra pareja.

Si no estamos dispuestos a comprender a nuestra pareja, o cuando queremos que haga lo que nosotros queremos, nuestra mente/corazón se endurece, y nuestro cuerpo se vuelve rígido.

La suavidad de mente/corazón no puede obtenerse simplemente relajando nuestro cuerpo físico. Sólo puede lograrse comprendiendo correctamente nuestros propios hábitos de pensamiento y percepción, y luego disolviendo nuestro apego a esos pensamientos y percepciones a través de Ki no Ishihо̄ (Meditación Ki).

Koichi Tohei Sensei tenía una actitud flexible hacia todo. Valoraba y respetaba las cualidades únicas de cada persona. Incluso cuando las cosas no salían como él creía que debían salir, no se aferraba a su pensamiento original y buscaba al instante otras formas de lograrlas.

Yo también estoy trabajando en la suavidad de mente/corazón. La verdadera suavidad se consigue cuando la mente/corazón y el cuerpo están alineados.

Una vez que ganamos “suavidad”, la forma en que nos relacionamos con los demás cambiará drásticamente. Es interesante porque las propias técnicas cambiarán como resultado.

Trabajemos juntos en ello como un tema importante de la formación de este año.

Traducción del Ingles: Antonio Tomas
Edita: Rafael Gandia
Ki Society Valencia http://www.kisociety.es/

Original article in Japanese: やわらかさ (Yawarakasa)
February 1, 2023 
http://www.shinichitohei.com/japanese/2023/02/post-e7746e.html

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