Presión

Imaginad
una época en la que os enfrentáis a tareas importantes.

Mucha
gente puede haber experimentado que no han podido dar lo mejor de sí a causa de
la presión.

De
hecho, la presión no es siempre mala.

Un
poco de presión puede ser de ayuda para centrar la atención. Sentir más presión
al tener que realizar una acción importante significa que el cuerpo humano se
prepara, de manera natural, para una concentración intensa.

Hablando
desde mi experiencia, cuando era muy joven, era muy fácil reaccionar a la
presión poniéndome nervioso, y este nerviosismo me resultaba muy estresante.

Incluso
ahora, después de 20 años de carrera como instructor, sigo sintiendo la
presión. Por ejemplo, antes de enseñar el primer día al equipo de los Dodgers,
o justo antes de aparecer en la emisión en directo de la NHK, sentí una presión
enorme.

Tuve
una experiencia hace unos años, cuando no sentía ninguna presión antes de un
seminario, aún cuando la reunión fuera un gran congreso medico.

Era
demasiado arrogante y pensaba: “¡He aprendido finalmente esta calma!” Y
entonces, justo después, me planté en el estrado, me quedé en blanco y no pude
recordar de lo que iba a hablar.

Nunca
había experimentado algo parecido antes. Afortunadamente, fui capaz de volver a
mi propio ser, y conseguir a duras penas completar el taller.

Cuando
reflexiono sobre esto, veo que me acostumbré del todo a impartir grandes
seminarios en aquellos días y olvidé fijarme en cada grupo de presentes. A
causa de ello, no podía llegar a la condición necesaria de presión.

Desafortunadamente,
olvidé el hecho básico de que cada seminario es distinto, con cambios
peculiares y encuentros nuevos. Desde aquel día en adelante, siempre siento la
presión como una ayuda, sin que importe lo pequeño que el grupo sea o
familiarizado que esté con sus miembros.

Por
otra parte, hay algunas personas que se tensan mucho a causa de la presión. En
este caso, la presión trabaja negativamente porque perciben la presión de modo
equivocado.

La
peor manera es mentirse a uno mismo diciéndose “No estoy nervioso” aunque
sientan la presión. Si la gente intenta ignorar la presión, perseguirá la calma
sin fin.

Es
importante dar la bienvenida a la presión, permitir que sea una parte de uno
mismo y aceptarla, y ¡darle la bienvenida!

Algunas
veces, dar voz a tu presión puede ser de gran ayuda. Esto no significa decir
cosas negativas, pero puede ser de gran ayuda para reconocer la propia
situación calmadamente.

Instantáneamente
después de haber aceptado la presión, la mente y el cuerpo se adaptan y
ajustan. Yo sugiero “Hacerse uno con la presión”. Si podemos hacer esto,
entonces la presión misma incrementa nuestra concentración, y seremos capaces
de actuar a nuestro máximo nivel.

Cuando
la gente puede calmar su mente y enfrentar la realidad, aún cuando se trate de
un momento crucial, puede adaptarse y ajustarse.

En
Japón, en abril, hay mucha gente comenzando a trabajar en ambientes laborales
nuevos. Sé que ahí hay mucha presión, pero por favor, recuerden mi consejo e
intenten acostumbrarse. Este es un entrenamiento importante en la vida.

タイトルとURLをコピーしました