Este artículo forma parte de la traducción del libro de Koichi Tohei Sensei, “Respiración Ki (Ki no Kokyuho)”. Subiremos un nuevo artículo semanalmente.
Shinichi Tohei
Los seres humanos somos uno con el Universo
Primero, pensemos juntos. ¿De dónde venimos?
Todo el mundo responde que hemos nacido porque el óvulo de nuestra madre fue fertilizado por el esperma de nuestro padre.
Bueno, y ¿de dónde provienen el esperma y el óvulo?
Primero necesitamos entender, ¿cuál fue el comienzo de los seres humanos?
No solo los seres humanos, sino todo tiene su comienzo.
Todo lo que tenga forma debe tener un comienzo. Por ejemplo, se dice que el sol está ardiendo ahora, pero debe haber habido un comienzo del fuego. También debió de haber un fuego, antes de que el fuego comenzara. Si trazamos la historia de todas las cosas, sólo podemos decir que todo vino de algo invisible.
A eso se le llama “Mu” en el mundo Zen. Pero no significa solamente “nada”. Significa también que “no hay nada, pero existe algo”.
Si pensamos de esta manera, nuestra mente, el cuerpo, el sol, las estrellas, la tierra, los animales, las plantas, todo nació de algo invisible.
Es decir, todo proviene de partículas infinitamente pequeñas.
El Ki es la reunión infinita de partículas infinitamente pequeñas.
Matemáticamente hablando, la entidad básica de las matemáticas es el número uno. La tierra es una. Un guijarro es uno. Si se reduce a la mitad, lo que queda también es uno. Si se reduce a la mitad infinitamente, no se convierte en cero. Si hay uno, su mitad siempre existe. El Ki es la reunión infinita de partículas infinitamente pequeñas. De esta manera, el sol, las estrellas, la tierra, las plantas, los animales y la mente y el cuerpo humanos nacen, todos, del Ki de lo universal. El Ki es la esencia del Universo e interactuó de varias maneras dando al Universo su forma. Entonces el Universo fue creado. Somos uno con el Universo. Y nuestras vidas son parte de la vida del Universo.
Respira el Ki del Universo a través de tu cuerpo
Nuestras vidas son como la cantidad de agua que podemos tomar y retener en nuestras manos del gran mar. Llamamos a esto “yo”. Sí, es lo mismo que llamar al agua nuestra agua porque podemos mantenerla en nuestras manos. Por otra parte, desde el punto de vista del agua, es una parte del gran mar. Aunque al abrir nuestras manos el agua caerá de nuevo al mar, incluso cuando permanece en nuestras manos está unida al gran mar exterior. Si nos negamos a dejarla fluir, se estancará.
Nuestras vidas son parte del Ki universal encarnado en el cuerpo. Aunque decimos que esto soy “yo”, a los ojos de la mente, es de hecho el Ki de lo universal. A pesar de que el Ki está encerrado en la carne, está en unión activa como parte de lo universal. Cuando respiramos, respiramos el Ki de lo universal con nuestro cuerpo entero. Cuando la confluencia de nuestro Ki y el Ki universal no se altera, tenemos buena salud y somos vivaces.
Vivimos en armonía con el Universo.
La armonía significa interactuar con el Ki del Universo.
La respiración es importante para mantener esta armonía. Respiramos el Ki del Universo a través de todo nuestro cuerpo.
La respiración Ki es activar e intercambiar con el Ki del Universo. Esta es la mejor manera de activar tu poder vital y mantener tu salud.
[Traducción: Roger Giménez, Ki Society Valencia]