En el desarrollo del liderazgo, a menudo hablo de “Desalineación de un milímetro cada vez”.
Si hay una desalineación de hasta un metro cada vez, es evidente para cualquiera. Sin embargo, es muy difícil que alguien se dé cuenta si la desalineación es de sólo un milímetro cada vez, y para cuando nos damos cuenta, la brecha es irreversible.
Al principio nos atenemos bastante bien a las normas que nos imponemos, pero luego empezamos a decir: “Bueno, esto probablemente esté bien”. Un compromiso lleva al siguiente, y cuando nos damos cuenta, el compromiso se ha convertido en nuestra norma.
Mirando hacia atrás, así era yo con la limpieza cuando era Uchideshi (aprendiz residente).
Al principio, limpiaba con esmero cada rincón, pero un día que no tenía tiempo, recorté un poco, pensando: “Bueno, supongo que con esto basta”.
Entonces, la siguiente vez también se convirtió en “con esto es suficiente”. Cada vez me daba más largas, y cuando me di cuenta, estaba haciendo un trabajo de limpieza chapucero.
Al ver esto, Koichi Tohei sensei me enseñó sobre la “desalineación de un milímetro cada vez”.
Un ejemplo de esto es la suposición de que ya entendemos algo.
Una vez que los humanos creemos que entendemos algo, dejamos de aprender. Como nos exponemos a la siguiente experiencia con esta suposición, la desalineación que creamos cada vez se suma y se hace mayor con el tiempo.
Acabamos teniendo una comprensión ridículamente errónea.
La mejor manera de evitar este desajuste es comprobarnos a nosotros mismos cada vez. Es precisamente lo que creemos entender lo que hay que comprobar.
Considero que este estado de pensamiento en el que “comprendemos” equivale a una ilusión/falsa sensación.
La sensación de haber comprendido algo es agradable, así que todas las personas buscan esa sensación. Eso en sí no es malo, pero debemos recordar que no es la meta, sino la línea de salida.
Dado que estoy en posición de formar líderes, una desalineación de un solo milímetro que me ocurra a mí afectaría a muchas otras personas.
Evitar que esto ocurra es una responsabilidad importante como sucesor del Camino.
Otro ejemplo es la “mentalidad del líder”.
Al principio, todo el mundo se pregunta “¿Está bien que alguien como yo se convierta en líder?”, y tiene una mentalidad de principiante, pensando “Quiero ser útil a los demás dando lo mejor de mí”.
Pero al ser tratados como “maestros”, llegamos a pensar falsamente que somos grandes.
“El Camino” del Shinshin Toitsu Aikido no se trata de una relación jerárquica en primer lugar.
Como todos caminamos por la misma senda, “los que van por delante” ayudan a “los que empiezan a andar el camino”, y aprendemos unos de otros con respeto mutuo.
Sin embargo, como cada vez se produce un “desajuste de un milímetro”, y las personas que nos rodean nos tratan como sus “Sensei”, lo malinterpretamos como una relación jerárquica, y llegamos a tener una mentalidad egocéntrica (superior).
Este grave desajuste puede evitarse “continuando aprendiendo”.
Al alejarnos del punto de vista de un profesor y tener el punto de vista de un aprendiz, podemos reflexionar sobre nuestras palabras y acciones. También nos damos cuenta de muchas cosas cuando trabajamos con otros líderes.
Más tiempo para enseñar significa relativamente menos tiempo para aprender, así que, a menos que busquemos conscientemente un entorno de aprendizaje, cada vez se produce un desajuste de un milímetro, y nos convertimos en un líder que sólo enseña y no aprende en absoluto.
Koichi Tohei sensei me advirtió estrictamente contra esto y me enseñó que es imperativo que aquellos que están en posición de enseñar aprendan más que nadie.
Por esta razón, las certificaciones de enseñanza de Shinshin Toitsu Aikido se renuevan anualmente, y sólo pueden ser mantenidas por aquellos que continúan aprendiendo, sin importar el rango o cuánto tiempo hemos estado practicando aikido.
“La desalineación de un milímetro cada vez” no es en absoluto una cuestión de calidad o capacidad del individuo como persona, sino un problema común que puede ocurrirle a cualquiera.
Yo soy el presidente de Shinshin Toitsu Aikidokai, y al ser tratado como el “Presidente”, si no hago nada para aprender conscientemente cada día, entonces me desalinearé tanto como cualquier otra persona.
Por eso yo también sigo aprendiendo.
Traducido por: Antonio Tomás
Editado por: Rafael Gandia
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