Infundido con Ki

Habitualmente empleamos en japonés la expresión “Ki ga Hairu” para referirnos a las reacciones que están infundidas con Ki, el trabajo que está infundido con Ki y la comida que está infundida con Ki.

Esto es así porque una de las funciones del Ki es “la mente se mueve cuando se le infunde Ki”.

Digamos que queremos hacerle un regalo a alguien. Para hacer realmente feliz a esa persona, es necesario que conozcamos sus circunstancias.

No queremos enviarle bebidas alcohólicas a alguien que no toma alcohol, o incluso peor, mandárselas a alguien a quien le gusta beber pero que se abstiene de hacerlo.

Si el destinatario trabaja en una oficina, es mejor enviar algo que pueda ser fácilmente compartido entre todos, y si se regala a un miembro de una familia, es mejor regalar algo que la familia entera pueda disfrutar.

Al ponernos en el lugar de la otra persona e intentar entenderla, podemos infundir su regalo con Ki. Quien lo recibe será entonces conmovido por el Ki.

Supongamos que estamos creando un documento. Hay dos tipos de documentos: Los “infundidos con Ki” y los “no infundidos con Ki”.

En un documento “infundido con Ki” habrá varios modos de hacer más fácil la comprensión y evitar los malentendidos desde el punto de vista del lector.

Por el contrario, hay documentos que se crean sin pensar en el lector en absoluto. Ese es un ejemplo típico de un documento “no infundido con Ki”: El otro día recibí una notificación de una institución pública. Daba igual las veces que la leyera, seguía sin entender su significado, y sólo después de hacer algunas pesquisas, logré por fin entenderla.

Tal vez se os haya ocurrido que lo mismo es cierto para la enseñanza.

Hay dos maneras de enseñar: La enseñanza “infundida con Ki” y la “no infundida con Ki”.

Saber el nivel de comprensión de las personas a las que nos dirigimos nos da la capacidad de tomar en consideración cómo nos hemos de comunicar, y esto hace que para ellas sea mucho más fácil recibir nuestro mensaje. Esto se convierte entonces en una enseñanza “infundida con Ki”.

Hablar solo desde nuestro punto de vista no hará que el Ki se infunda en la enseñanza. Que puedas emplear un lenguaje fluido no significa necesariamente que se infunda Ki en tu mensaje.

Si llenamos cada uno de nuestros movimientos con Ki, crearemos una enseñanza infundida, y ese Ki será más capaz de conmover el corazón del otro.
Personalmente valoro “Ki ga Hairu (Infundir Ki) ”en todo lo que hago.

Su nuestra mente no se usa de manera adecuada, no seremos capaces de poner Ki en nuestras acciones, y estas no llevarán a los resultados que queremos.

Siempre intento mejorar el modo en el que empleo el tiempo de organización, y por lo tanto, me aseguro constantemente de que el Ki se infunde en cada una de las enseñanzas que doy.

Al tener esta perspectiva, entreno a diario.

Quiero realizar “técnicas infundidas con Ki” en mi práctica, esta es la práctica en la vida cotidiana del Shin Shin Toitsu Aikido.

Trabajemos unidos para infundir Ki en todas nuestras acciones.

(Traducción: Roger Giménez)

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