En la práctica de Shin-Shin-Toitsu Aikido, los estudiantes aprenden a respetar la mente de sus oponentes y los guían y proyectan de acuerdo con “Los cinco principios del Shin-Shin-Toitsu Aikido”.
Los cinco principios del Aikido Shin-Shin-Toitsu
1. Extender Ki.
2. Conoce la mente de tu oponente.
3. Respeta el Ki de tu oponente.
4. Ponte en el lugar de tu oponente.
5. Dirige con confianza.
Por ejemplo, digamos que alguien es muy fuerte y proyecta al oponente con fuerza. Si la persona que está siendo proyectada se resiste mentalmente y esto deja un sentimiento negativo, entonces no se está “guiando” verdaderamente.
Comparándolo con la vida cotidiana, diríamos que una persona con autoridad le da una orden a alguien. Si la persona que recibe esta orden se resiste mentalmente aún cuando esté obedeciéndola, entonces no se está “guiando” verdaderamente.
Tienes que percibir la situación del oponente y entender a dónde está tratando de ir, antes de poder moverlo y guiarlo a su destino. Lo mismo es cierto para las técnicas. Esto es lo que significa guiar y proyectar a tu oponente.
Para empezar, en la práctica de Shin-Shin-Toitsu Aikido, ni se “gana” ni se “pierde”. La persona que proyecta no es el “ganador” y la persona proyectada no es la “perdedora”.
De la misma manera, no hay “ganadores” o “perdedores” en esta misma situación en la vida cotidiana. El que guía no es el “ganador” y el que es guiado no es el “perdedor”.
En Shin-Shin-Toitsu Aikido, la palabra “ukemi” se refiere a “defenderse”. Ukemi no significa simplemente ser lanzado y rodar.
Mucha gente cree que la palabra “ukemi” significa ser pasivo, debido a la idea de ser dirigido. Pero ukemi es, por naturaleza, extremadamente activo.
Al igual que en nuestra vida diaria, la relación no termina cuando nos proyectan. De hecho, continúa después.
Si pierde la postura y se lastima como resultado de una proyección, no podrá levantarse de inmediato y prepararse para el siguiente movimiento. De hecho, si se golpea en la cabeza, puede ser incluso mortal.
Por lo tanto, un ukemi adecuado es esencial.
Básicamente, el ukemi en Shin-Shin-Toitsu Aikido no hace ruido al caer ni golpea el tatami. Siempre hacemos ukemi de manera que el cuerpo aterrice suavemente.
En casos extremos, incluso en una superficie dura como el asfalto, el ukemi debe minimizar el daño con el objetivo de permitir que el cuerpo se prepare para el próximo ataque en un instante.
En otras palabras, el propósito de ukemi no es solo protegerse mientras lo proyectan, sino también prepararse para su próximo movimiento.
Hace años, enseñé a un boxeador profesional. Este boxeador, que era un gran atleta, estaba profundamente interesado en ukemi.
Según este boxeador, no era solo el daño infligido por su oponente, sino también el daño que se hacía al golpear el suelo al ser derribado. Decía que este doble daño le hacía perder la compostura fácilmente.
Dijo que quería aprender ukemi bien, para poderlo hacer inconscientemente. Después, este gran atleta practicó bien y dominó la técnica.
Realmente es lo mismo en nuestra vida diaria.
Pueden surgir fallos y problemas y derribarnos. Pero la vida no termina ahí. Es en esos momentos que ukemi es necesario, porque recuperarse es siempre esencial. Poder usar activamente nuestra mente con el fin de prepararnos para el próximo evento de la vida, de inmediato, es una gran fortaleza de la mente.
Sin embargo, si nuestra calma se ve alterada, no podemos hacer eso. Esto es algo que solo se puede aprender practicando con el cuerpo y no mediante la teoría mental.
Para aquellos de ustedes que practican Shin-Shin-Toitsu Aikido, me gustaría que repasaran y mejoraran no solo sus proyecciones, sino también su ukemi, con el propósito correcto.
(traducción: Roger Giménez)