Dirección de la mente

Soy el jefe de una gran organización.

En un lugar donde se reúne mucha gente, como en una organización, la “dirección de nuestra mente” es importante. Siempre surgen problemas cuando la gente se reúne. Esto es natural porque se juntan personas de diferente naturaleza.

Si consideras estos problemas como “fallos”, una mente negativa que dice “no debemos fallar” puede extenderse por toda la organización.

Entonces te pondrás a considerar los muchos riesgos que podrían estar involucrados, aunque nadie haya desafiado nada todavía. Y luego, incluso puede que comiences a preguntarte “¿quién es responsable de esto?” para no ser culpado por otros.

Si consideramos los problemas que ocurren en una organización como “cuestiones por resolver” en lugar de “fallos”, una mente positiva se extenderá por toda la organización.

Entonces, cada persona podrá llevar a cabo sus propias responsabilidades de buena gana y podrá afrontar activamente los problemas, incluso si parece difícil.

Como resultado, la propia organización cambiará drásticamente.

Puede suceder en cualquier momento, pero la dirección de la mente siempre se puede cambiar. Especialmente en momentos como hoy, en esta situación inestable, podemos comenzar con una mente positiva, pero luego cambiar a una mente negativa sin darnos cuenta.

Sobre todo, como presidente de mi organización, siempre quiero ser muy cuidadoso sobre mi propia mente.

La dirección de la mente también es importante cuando estamos en público.

Por ejemplo, cuando era niño, recibí como crítica que “cuando hablaba en público, me ponía nervioso y no podía hacerlo bien”. La causa de este tipo de nerviosismo es que a menudo tendemos a preocuparnos demasiado por los ojos de las personas.

Considerad la diferencia entre, cuando estáis “mirando” y cuando estáis “siendo observados”.

Cuando estás mirando, puedes concentrarse en la expresión facial de otras personas, sus características, etc. En esta circunstancia, tendrás una mente positiva.

Sin embargo, cuando sientes que estás siendo observando, tal vez te concentras en ti mismo, preocupándote por lo que los demás puedan pensar de ti o cómo te están evaluando. En esta circunstancia, tendrás una mente negativa.

Curiosamente, cuando estás “mirando”, no te importa que “te estén mirando”. Por el contrario, no puedes “mirar” cuando estás “siendo observado”.

Esto se debe a que la dirección de la mente no pueden ser “positiva” y “negativa” al mismo tiempo, por lo que cuando la mente trabaja positivamente, no funciona negativamente.

En otras palabras, incluso las personas que se ponen nerviosas por “ser observadas”, pueden mejorar su capacidad entrenándose a sí mismas en “cómo mirar”.

De hecho, pude superar esto entrenando, a pesar de que era un niño y era muy fácil para mí ponerme nervioso.

Hoy en día, cuando doy conferencias, me sitúo enfrente de miles de personas. En ese caso, confirmo si mi propia dirección de mente es positiva o no, “observando” a toda la audiencia antes de subir al escenario.

Estoy dirigiendo activamente mi propia atención a la audiencia, dándome cuenta a propósito cosas como “¿Cuál es la proporción entre hombres y mujeres?”, “¿Qué grupo de edad se está reuniendo aquí?” y “¿Qué tipo de expresiones faciales tiene cada persona?”

Si tu mente es negativa, recibirás los ojos de muchas personas a la vez. Pero si tu mente es positiva, no te importará lo grande sea la audiencia.

Por cierto, hay un dicho que dice que “nos pulimos al ser observados”. Pero en este caso, eso se refiere a “vivir cada día asumiendo que estamos siendo observados y sentirnos muy cómodos con ello”, que es diferente de nuestro tema: la “dirección de la mente”.

La mente tiene una dirección.

Hay “mente positiva” y “mente negativa”. Es difícil eliminar la mente negativa, pero al entrenar la mente positiva, la mente negativa desaparece naturalmente.

Yo me entreno todos los días mediante la práctica del Ki-Aikido.

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